La globalización trae consigo la eliminación de muchas barreras para el comercio exterior. Los países tienen mayor apertura en relación al libre mercado, mientras que la economía mundial está en constante movimiento.
Ante este contexto, las empresas que quieran continuar siendo competitivas deberían adaptarse a esta realidad, en la que introducirse en nuevos mercados se convierte en una necesidad para expandirse y obtener prestigio en su sector, disminuir el riesgo de funcionar en un sólo mercado, tener acceso a mano de obra y/o materias primas a menor coste, adquisición de buenas prácticas en el nuevo mercado aplicables para el mercado nacional, cercanía con los clientes, entre otras.
En el caso concreto de España, es positivo impulsar a las empresas españolas a internacionalizarse para compensar la actual crisis en el mercado interno.
Supone una ventaja competitiva pero puede haber dificultades en el proceso...
Para iniciar el proceso de internacionalización es indispensable el compromiso por parte de la empresa de conocer y estudiar el mercado al que se dirige, ya que existen muchos factores de distinta naturaleza (culturales, legales, comerciales, económicos, etc.) que pueden obstaculizar directamente el éxito de dicho proceso.
Aspectos a tener en cuenta:
- Diagnóstico: Análisis del potencial de internacionalización. ¿Es posible? ¿El sector es propicio? Análisis FODA en relación a exportar.
- Elección mercado: Países viables para establecerse en relación a geografía, desarrollo económico, nivel de consumo, idioma, etc.
- Estrategia de marketing: Imagen corporativa, comunicación comercial: producto, precio, público objetivo, distribución, etc.
- Plan financiero: La inversión, aspectos físcales, operativa de cobros y pagos, etc.
- Red de colaboración: Establecer alianzas, networking.
Fuente: www.icex.es
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